¿Qué son las vacunas?

¿Qué son las vacunas?

Las vacunas son un producto biológico que, una vez aplicado, produce en el organismo una respuesta inmunológica, previniendo la enfermedad contra la cual está dirigida y evitando la enfermedad o complicaciones derivadas de la misma. Además, constituyen una de las medidas sanitarias que mayor beneficio ha producido a la humanidad, dado que genera un beneficio tanto para las personas vacunadas como a las personas que viven en su entorno.


¿Por qué vacunarse?

La vacunación es una de las intervenciones de la salud pública más eficaz en el control de enfermedades infecciosas a nivel mundial ya que evita millones de muertes y condiciones discapacitantes.
El control de las enfermedades inmunoprevenibles es extremadamente sensible a las coberturas vacunales; esto genera que las enfermedades puedan reemerger en países que tienen baja   cobertura. Uno de los pilares fundamentales en el cual radica el éxito de un Programa de Inmunizaciones, es la confianza que tiene la población en esta acción de salud


Algunos ejemplos de su importancia

Coqueluche: enfermedad que afecta principalmente a menores de 5 años, cuyas complicaciones y mortalidad se presentan frecuentemente en menores de 6 meses de edad. La OMS estima que se producen 50 millones de casos anuales de coqueluche y  300.000 – 400.000 muertes por año. 
En Argentina, desde octubre de 2011, se recomienda la vacunación en las embarazadas a partir de la semana 20 de embarazo; en el año 2014 se incorporó en el Calendario Nacional de inmunizaciones. Esta estrategia permitió disminuir la mortalidad en niños lactantes en un 64%, entre los años 2011 y 2012.
Hepatitis B: es una enfermedad de transmisión sexual, sanguínea y a través de la placenta, en el caso de que la mujer embarazada esté infectada. En el mundo hay 350 millones de personas crónicamente infectadas y más de 650.00 muertes al año. Entre el 6 a 10 por ciento de los adultos con la enfermedad puede evolucionar a formas crónicas, como son la cirrosis y el cáncer de hígado (por esta causa se registran entre 12 y 14 trasplantes hepáticos al año en el país).
La vacuna contra hepatitis B está en el Calendario Nacional de inmunizaciones para todos los grupos etarios.
Esta enfermedad afecta en América Latina a mas de 500 millones de personas y produce una mortalidad anual de 300 casos. Previo a la incorporación de la vacuna la hepatitis A  era una de las causas más frecuentes de trasplante hepático. Con  la incorporación de la vacuna se logró reducir los casos de 65.000 a 500 casos anuales y ya no hay trasplantes hepáticos vinculados a Hepatitis A.


Importancia de conocer los diferentes tipos de vacunas.

Las vacunas son elaboradas a partir de los agentes infecciosos, o una parte de ellos, tratados por diferentes métodos que permiten la  atenuación  o inactivación del agente causal. Esto no sólo elimina su capacidad de producir enfermedad, sino que también manteniene su función de estimular la respuesta protectora del sistema inmunológico de la persona vacunada.
Las vacunas atenuadas están contraindicadas en personas que tengan alterada sus defensas (inmunidad)  o que convivan con dichas personas. La utilización de este tipo de vacunas en ese grupo de personas está bajo indicación del médico especialista. De querer aplicarse 2 o más vacunas pertenecientes a este grupo, estás deben aplicarse en forma simultánea o separadas por 4 semanas. La aplicación con periodos de tiempo menor a 4 semanas genera que la vacuna aplicada en el segundo caso no se considere válida, debiendo repetirse su aplicación por lo menos 4 semanas después de la última dosis que se anuló.

Las vacunas atenuadas son: Sarampión, Rubeola, Paperas, Varicela, Poliomielítica oral, Fiebre amarilla, Fiebre hemorrágica Argentina.
Las vacunas inactivadas son: Gripe, Hepatitis A, Hepatitis B, poliomielítica parenteral, Rabia, Tétanos, Difteria, Haemophilus influenzae tipo B, Coqueluche, Meningococo, Neumococo.


Síntomas más frecuentes posterior a la vacunación

Los síntomas más frecuentes posteriores a la vacunación son el dolor local, enrojecimiento de la piel circundante a la aplicación y fiebre. En caso de presentar estos síntomas, se recomienda colocarse frio local y, en el caso de fiebre, utilizar el antitérmico recomendado por el profesional médico.